Sunday, July 17, 2011

La Gestión Económica Socialista o Capitalista

El drama cubano es triste y desgarrante. A mi entender, lo mejor que pudiese ocurrir al pueblo cubano es resignarse y tratar de recomenzar una nueva era retomando la cultura pre-revolucionaria porque hacerlo a partir de la Cuba actual es imposible. ¿Por qué? Ha habido dos factores fundamentales: el deterioro económico y urbanístico-arquitectónico del país que se muestra irreversible y la cantidad de cubanos muertos en vano.

La muerte de muchos cubanos pudo haberse evitado porque para ello ya muchos otros cubanos habían muerto durante las guerras de independencia en el siglo XIX como parte de la evolución cultural cubana para alcanzar nuestra identidad nacional que ya se había consolidado de forma auténtica e irrefutable en 1959.

A consecuencia del proceso revolucionario, además de la deficiencia en la producción y los servicios que provocó la insatisfacción en el consumo de productos vitales al reducir el nivel de vida de la población, lamentablemente ha habido muchas muertes de cubanos que no merecían morir en vano, sin lograr ningún objetivo. Fueron cubanos que nacieron un día, y desde niño tuvieron un sueño como todo ser humano. Al llegar a adultos, aún los vemos añorando algo que solo conocen a través de los medios de comunicación donde incluyo los comentarios entre vecinos.

Hace varios días, oímos la noticia de un joven cubano que deseando escapar de la Isla el 13 de julio, como ocurrió aquel 13 de julio de 1994 cuando fue hundido el remolcador "13 de Marzo" donde perecieron cubanos que trataban de escapar de Cuba, llegó muerto al aeropuerto de Barajas, en España. Trataba de viajar clandestinamente en uno de los compartimentos del tren de aterrizaje de un avión de la línea Iberia.

La muerte de este cubano, Adonis Guerrero Barrios de 23 años de edad, que trataba de viajar en la parte exterior de un avion de pasajeros, muestra el aspecto místico del drama cubano. Hay que recordar que el nombre del remolcador hundido en la madrugada del 13 de julio de 1994 era "!3 de Marzo" en recordación del Ataque al Palacio Presidencial el 13 de Marzo de 1957 para dar muerte al dictador Fulgencio Batista. Esta acción fue llevada a cabo mayoritariamente por estudiantes universitarios.  Como consecuencia de esta acción fallida murieron varias decenas de cubanos.

Han sido miles los cubanos que han muerto en el intento de abandonar el país. Me recuerdo de dos amigos del barrio que llamábamos Papito y Francisquito. Tenían dieciocho y diecinueve años respectivamente. Un día se lanzaron al mar en balsa. Más nunca se supo de ellos. Cada vez que veía a la madre de Francisquito o a la hermana de Papito se me partía el alma. Esto ocurrió a mediado de los años sesenta. ¿Cuál fue la causa de su partida? Francisquito, Papito y la hermana de este último era fumadores empedernidos a pesar de su juventud. Ninguno trabajaba. Muchas veces carecían de suficiente dinero para comprar una cajetilla de cigarros.

Varios años antes, antes del triunfo de la Revolución, se vendía cigarros al menudeo en las bodegas y en las cafeterías. Con un centavo se podía comprar un cigarro. Dos centavos habrían sido suficientes para evitar la muerte de estos dos jóvenes cubanos. Uno de mis poemas escritos en francés, “Requiem pour un ami” (“Réquiem para un amigo”) es dedicado a estos dos amigos míos de la juventud. ¡Qué Dios los tenga en la gloria!

Éramos un país desarrollado con problemas socio-políticos que no eran graves. Muchos luchamos contra el régimen de Fulgencio Batista para que se revolvieran estos problemas. De ahí que muchos cubanos de la clase media y rica hayan ayudado a los revolucionarios a tomar el poder. Desgraciadamente, había cubanos en la sombra esperando como suelen hacer las hienas en la noche para lanzarse sobre su presa. Oportunistas que se apoderaron del poder apadrinados por la Unión Soviética.

Se desmanteló el proceso productivo capitalista empresarial de propiedad privada que había hecho de Cuba un país envidiado por muchos para establecer el proceso productivo socialista de propiedad y gestión estatal centralizada. Un proceso productivo importado de la Unión Soviética donde Lenin había instaurado la doctrina Marxista de gestión socialista de la economía y gobernabilidad, lo que conocemos como dictadura del proletariado.

Así comenzamos en Cuba un sistema Marxista-Leninista de gestión socialista de la economía y gobernabilidad. Y a partir de entonces, bajo una nueva perspectiva sociológica basada en la lucha de clases antagónicas, algo hasta entonces sorprendente en un país de una gran cultura nacional monolítica y de identidad nacional patriótica, comenzó en Cuba el declive de su pujanza económica y el éxodo de cubanos, provocando que muchos de los cuales muriesen en la intentona. Y otros muchos fueron condenados a pena de muerte o a largas condenas de cárcel. No sin razón, muchos consideran el proceso cubano actual un sistema macabro en lo político, económico y social. Macabro también fue la conducta de Judas Iscariote al vender a su Maestro Jesús, el Redentor. El dinero que obtuvo por su acción se le convirtió en sal. Después terminó ahorcándose.

¡Cuántos cubanos no han muerto soñando por un mejor bienestar, en poder conocer otros pueblos, incluso sin tener que viajar al extranjero, porque antes, los pueblos venían a conocernos y a admirar nuestro país, su desarrollo y su pujanza económica! Entonces: ¿Nuestro país podría alcanzar otra vez el desarrollo económico que teníamos antes de 1959 cuando en Cuba había más cabezas de ganado que habitantes, cuando el consumo de carne de res era similar al de Uruguay y Argentina? ¿Podría volver a ser aquella Cuba cuando había una bodega privada de venta de víveres en cada esquina de la Habana, mucha de las cuales con una victrola que permitía que la música fuera parte de nuestra cotidianidad.

Por mi cuenta, lo veo imposible bajo el sistema de gestión socialista de la economía y gobernabilidad. Supongamos que el embargo comercial impuesto por el gobierno estadounidense sea levantado ¿Cuánto dinero no sería necesario para reparar más del noventa por ciento de las casas en toda la isla de Cuba? ¿Cuánto dinero no haría falta para reparar el sistema de acueducto y drenaje de las ciudades de Cuba, conjuntamente con su sistema eléctrico, principalmente el de la Ciudad de La Habana con sus casi dos millones de habitantes? ¿Cuánto dinero no se necesitaría para reparar el sistema de transportación incluyendo sus calles y sus vías férreas, sin excluir la importación de modernos y adecuados medios de transportación, en medio de una era de tanta crisis energética y financiera?

Hay quien atribuye el deterioro irreversible de la economía cubana y la pobreza del pueblo cubano al embargo económico y financiero impuesto por el Gobierno Estadounidense. Sin embargo, la ayuda económica y financiera que Cuba recibió de la Unión Soviética cuando éramos aún un país con un buen proceso productivo y que la urbanización de las cuidades se mantenía entonces con un desarrollo creciente, era inmensamente superior al Plan Marshall norteamericano de ayuda económica y financiera para la reconstrucción de los países europeos devastados por los conflictos bélicos de la Segunda Guerra Mundial. El Plan Marshall (el programa de recuperación europea) fue una operación que duró cuatro años comenzando en Abril de1947 a un costo de 13 billones de dólares. Curiosamente, el Plan Marshall contemplaba también la ayuda para la reconstrucción de la Unión Soviética y sus aliados, pero estos países no lo aceptaron.

El sistema socialista de gestión de la economía y gobernabilidad ha sido ineficiente. Ejemplo de ello lo vemos hoy en día en países como España, Portugal y Grecia. Y lo que estamos viendo en Venezuela es inaudito ya que en esta nación se están presentando problemas en el sistema eléctrico a pesar que ese país sub-americano sea uno de los mayores productores de petróleo a nivel mundial. Pero también siendo un país petrolero de grandes recursos naturales y humanos, los ciudadanos venezolanos están teniendo dificultades para satisfacer sus necesidades alimenticias básicas.

La Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas era el país más inmenso y rico del mundo, de una gran cultural, sin embargo su gestión quinquenal centralizada de la producción, la distribución y el consumo bajo un régimen marxista de gobernabilidad (dictadura del proletariado) fue tan ineficiente que colapsó. Y así colapsaron todos los países socialistas europeos del bloque de Varsovia.

La gestión del proceso productivo, de distribución y de consumo debe ser privatizado. Y en este proceso, la participación del Estado o gobierno se debe centrar primordialmente en la observancia del proceso socio-productivo para evitar inflación y pérdida de recursos; y más aún, para tratar de lograr que todos o la mayoría tomen parte de este proceso en cuanto a fuerzas productivas o creando fuentes de empleo en el sector público. En este proceso, el sistema tributario obligaría al gobierno ser más efectivo al asumir la función que realizan los sindicatos en cuanto la defensa de los derechos de los trabajadores; esto evitaría que sea un sistema de impuesto sin representación. Claro, el obrero no tendría que pagar impuestos al gobierno y a los sindicatos al mismo tiempo, obligando a estos últimos a formar parte en el proceso productivo como fuerza de trabajo o empresarial. Esto sería una forma de eliminar o reducir la burocracia improductiva. No se propone la eliminación de los sindicatos porque esto iría contra los derechos individuales, sino crear estructuras de gobierno de similar funcionabilidad a la de los sindicatos.

De ahí que la única forma de recuperar la otrora eficiente economía cubana sea mediante la gestión privada empresarial de la producción y del comercio (distribución y consumo) con participación limitada del gobierno como planteo implícitamente en el párrafo precedente.

Yo agregaría, haciendo énfasis en el punto de vista místico, que Cuba nunca se recuperaría a través de la gestión centralizada socialista de la economía porque bajo esta gestión no solo Cuba se ha convertido en uno de los países más pobres del planeta, sino que tristemente además ha habido muchos muertos, incluyendo mujeres y niños. Las almas de muchos de ellos son aún testigos de este proceso absurdo porque sus cuerpos no han tenido digna sepultura.

El alma de Francisquito y la de Papito tal vez suelen sentarse en un banco del Parque Buttary situado en la esquina de la calle Milagros y la avenida de Porvenir, en el barrio de Lawton, en La Habana. Los jóvenes de aquella época, blancos, negros y mestizos solíamos sentarnos junto en ese banco o alrededor del mismo para conversar y distraernos. Fue en ese banco la última vez que los vi. Francisquito y Papito eran dos muchachos de la raza blanca. ¡Qué Dios los tenga en su Gloria dándoles paz a su alma!




El Parque Buttary en el barrio Lawton de la ciudad de La Habana. Otrora, el paso de los autos era continuo por la avenida de Polvenir. Todo se ve desierto. Solo se ve un camión que distribuye luz brillante (kerosén). A la derecha del camión, señalado por una flecha roja, se puede notar un banco. Es el banco de la esquina de la calle Milagros y la avenida de Polvenir donde solíamos sentarnos los jóvenes del barrio, "la gente tla cuadra".







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